Tumbado en la cama desnudo observé cómo abrochaba el liguero de sus braguitas a las medias negras. Tenía las piernas sensualmente perfiladas a pesar de que no era ninguna quinceañera. Yo apenas podía moverme, exhausto como estaba por el revolcón; me había dejado mucho más que satisfecho. Miraba como se iba vistiendo, con aquel delicado ritual, mientras me lamentaba por no haber podido llevarla a un hotel de lujo. Nos habíamos conformado con aquella cama, en aquella habitación tan gastada. Y no es que ella hubiese puesto pegas u objeciones. Le pareció bien, estaba más que acostumbrada.
Al acomodarse el sujetador, de esos negros con puntillas que parecen obras de alta costura, me lanzó una mirada de soslayo. Sabía que ella tenía prisa por marcharse y yo seguía remoloneando bajo aquellas sabanas que desprendían el inconfundible aroma del sexo. Suspiré profundamente mientras percibía cómo iba cayendo la noche a través de la ventana.
Se deslizó el vestido por el cuerpo y me volvió a mirar, esta vez directamente a los ojos, con una mueca en sus labios. Yo sonreía como un bobo, ajeno por completo a sus prisas . Alcancé el reloj de pulsera que había dejado sobre una de las mesitas de madera oscura y comprobé la hora. Era tan tarde para ella como para mí. Si no nos apresurábamos llegaríamos tarde a la fiesta que organizaban mis cuñados y nos había costado conseguir que los abuelos se quedasen con los niños aquella noche.
Vaya, vaya… al final te pasas al lado oscuro de los relatos eróticos. Jejejeje.
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Jajaja, sabes que aún me quedan unos cuantos en la recámara
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Uno por lo menos…
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Me fascinó.
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Muchas gracias Paulina. Un saludo.
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«Desnudo», «cama», «braguitas», «ligero» y «medias negras» en la primera frase y ya has captado mi atención. Buen comienzo. Pero todavía me gusta más el desarrollo, con descripciones ricas pero precisas. Y ese final, que te deja pensativo… ¿Ella y él (el narrador) son hermanos (incestuoso proceder, lo sé), y los cuñados del narrador son el marido de ella y el hermano de su mujer? O bien, ella y el narrador son marido y mujer, y sus cuñados son los hermanos de ella… O tal vez los cuñados del narrador son los hermanos de su difunta esposa, y ella es la vecina del quinto, a quien los cuñados quieren liar con el narrador años después de la muerte de su esposa, y los padres de cada uno se han quedado con sus respectivos nietos… O por ventura… Lo dejaremos aquí.
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Jajajaja, lo mejor de todo es que la imaginación no tiene límites. Mil gracias por pasarte por aquí. A ver cuándo te leo por tu blog que nos tienes abandonados. Un saludo.
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Piernas de escandalo? Que te han enseñado en el curso sobre las frases hechas?
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En toda la boca. Voy a corregirlo. ¡Gracias!
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Como siempre, un placer volverte a leer.
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Gracias, un placer que sigas pasando por aquí.
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Mmm… Así que me vas a quitar lectores…
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Jajaja ni mucho menos. Tú eres una experta en la materia. Como mucho compartiremos alguno 😉
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Jajaja, no soy ninguna experta, solo me gusta hacerlo. Encantada de compartirlos contigo 😉
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Un placer.
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¿Cómo se puede uno imaginar en la cabeza de otro ser que es de distinto género? El pseudo para mi, el premio real para tí. Así me gusta. Saludos.
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me gustó, si me gustó y mucho… lo mejor; me sorprendió
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!Me alegro¡, la idea era sorprender un poco. Gracias por leerme. Me pasaré por tu blog de vez en cuando
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